El sector privado puede responder a los impactos del cambio climático adaptando sus propios activos, operaciones, cadenas de suministro y recursos para garantizar la continuidad del negocio; a través de financiación e inversión en soluciones de adaptación; o proporcionando soluciones de adaptación a través de productos, servicios y tecnologías que aumenten la resiliencia. Tecnologías para un menor consumo de agua ante sequías inminentes, préstamos para el reforzamiento de construcciones ante inundaciones; son algunos ejemplos de inversiones y productos necesarios para adaptarnos.
La consultora EY realizó la encuesta «Panorama ESG de las empresas latinoamericanas», la cual estuvo dirigida a directores de más de 400 empresas nacionales y multinacionales de 19 industrias ubicadas en Bolivia, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Nicaragua, Panamá, Perú y República Dominicana. El estudio reveló que aunque se ha avanzado en la implementación de las estrategias ESG, aún queda un largo camino por recorrer.