Las empresas que están marcando la ruta de la sostenibilidad en el sector privado peruano se reunieron en un espacio que recordó por qué esta comunidad es necesaria: las decisiones más complejas —las que transforman operaciones, modelos de negocio y cadenas de valor— requieren articulación, acción y colaboración.
El encuentro se realizó en la sede de Lexus Perú en Miraflores, y reunió a quienes hoy enfrentan desafíos reales: descarbonizar con ambición, adaptarse a los riesgos climáticos,, sostener la competitividad y fortalecer capacidades internas. Allí emergió un mensaje común: la importancia de la acción, la colaboración y la claridad técnica para avanzar sin duplicar esfuerzos ni asumir costos innecesarios.
Marian Buraschi, socia y directora de Libélula, resaltó que nexos+1 y Libélula han acompañado el camino de más de 500 empresas porque la sostenibilidad es la única estrategia de negocio válida. “Las empresas están haciendo transformaciones reales desde su propósito, y es importante que estas historias se conozcan”, señaló.
En ese contexto —donde reducir emisiones, tomar decisiones tecnológicas acertadas y alinear áreas es parte del día a día—, la comunidad de nexos+1 se ha consolidado como un espacio de orientación estratégica y práctica y aprendizaje continuo. Solo en 2024, más de 16 mil profesionales fortalecieron sus capacidades y siete nuevas empresas se sumaron como miembros corporativos.
La visión de colaboración también se reflejó en las intervenciones de Vicente Azula, gerente de Lexus, quién destacó cómo la cultura del omotenashi guía su enfoque de sostenibilidad. Por su parte, David Caro, corporate planning and corporate affairs manager de Toyota del Perú, presentó una ruta basada en datos: con el 98.9% de sus emisiones en el uso de los vehículos, Toyota ha evitado 969 mil toneladas de CO₂e en 15 años gracias a su portafolio electrificado. Su mensaje resonó en la sala: “No existe un solo camino hacia la carbono neutralidad; la estrategia depende de la realidad de cada país.”
Los reconocimientos fueron un momento central al destacar avances concretos en las siete categorías que hoy marcan la agenda empresarial: reducción de emisiones, adaptación y resiliencia, liderazgo transformacional, transparencia, economía circular, cadena de valor e innovación. Cada una de estas categorías mostró ejemplos tangibles de cómo las empresas están acelerando su transición:
- Reducción de emisiones – Ferreycorp: Implementación de herramientas de monitoreo avanzadas para trazar con precisión su ruta de descarbonización. El enfoque evoluciona de la simple medición a la acción estratégica, permitiendo la toma de decisiones informadas para acelerar el cumplimiento de sus ambiciosas metas de reducción de la huella de carbono.
- Adaptación y resiliencia – Lima Expresa: Inversión en tecnología de clase mundial para aumentar la resiliencia operativa frente a los riesgos del cambio climático. Esto incluye la estabilización y protección de taludes fluviales clave. Además, demuestran innovación en gestión hídrica mediante el uso de jardines xerófilos, seleccionando especies que garantizan una vida útil óptima con un consumo mínimo de agua.
- Liderazgo transformacional – BCP: Integración profunda de la sostenibilidad como eje central de su estrategia corporativa. Esta visión ha impulsado una movilización interna a gran escala y la creación de un portafolio de impacto enfocado en la transición. Su compromiso se materializa en el financiamiento de proyectos e iniciativas sostenibles por más de $2 mil millones de dólares el 2025, con componentes verificables de mitigación y adaptación climática.
- Transparencia – Southern Peaks Mining: En un sector estratégico para la transición energética como la minería, la compañía prioriza la construcción de confianza. Esto se logra mediante la comunicación integral y proactiva de sus procesos, metodologías, retos inherentes y, fundamentalmente, los presupuestos estratégicos asociados a sus compromisos. Esta transparencia radical es clave para evidenciar un compromiso real y alineado con la alta dirección.
- Economía circular – Toyota: Impulso de un modelo de economía circular mediante la revalorización de airbags fuera de uso. Este proyecto ejemplifica la innovación abierta, al integrar la academia (PUCP) y la comunidad (mujeres de Mi Barrio) para cocrear soluciones innovadoras y circulares, dándole una nueva vida útil a materiales de descarte.
- Cadena de valor – Arca Continental: Compromiso con la mitigación del impacto en su logística, promoviendo la adopción de tecnologías de menor emisión, como camiones con tecnología Euro 5. Paralelamente, fortalecen su impacto social en la comunidad de Pucusana, utilizando mecanismos de inversión como Obras por Impuestos para generar desarrollo local.
- Innovación – Pacasmayo: Liderazgo en el rediseño de productos con el objetivo de minimizar su huella ambiental y generar beneficios sociales. Esto incluye el lanzamiento de soluciones como el Ecosaco y el desarrollo de cementos adicionados de menor impacto. En adaptación, promueven el coprocesamiento del bagazo de caña y el diseño de defensas ribereñas más eficientes para fortalecer la resiliencia de las comunidades.
Todas estas categorías reflejaron un mismo mensaje: las empresas están tomando decisiones estratégicas, medibles y valientes para avanzar en acción climática. Y cuando ese esfuerzo se reconoce en comunidad, se vuelve todavía más poderoso.
En sus intervenciones, María Paz Cigarán, socia fundadora y presidenta ejecutiva de Libélula, y Polo Macera, socio fundador de Libélula, recordaron la razón de ser de esta comunidad. El Más Uno nació para acompañar a quienes impulsan la sostenibilidad desde adentro, muchas veces enfrentando resistencia, expectativas altas y decisiones complejas. Como dijo Polo: “Los grandes cambios comienzan con un pequeño grupo de personas decidido a sumar.”
Un recordatorio claro de que, cuando las empresas se encuentran, se escuchan y avanzan juntas, el impacto realmente se multiplica.