Actualmente se busca es apostar por una estrategia de “naturaleza positiva” basada en la justicia y las personas, es decir, un enfoque de desarrollo económico que ubica a la naturaleza al centro, midiendo el progreso que hacemos de acuerdo al impacto que tenemos en el medioambiente. Esta estrategia adquiere una mayor relevancia teniendo en cuenta los grandes desastres naturales a nivel global que son generados por el cambio climático.
Es así como Tim Christophersen, vicepresidente de Acción Climática en Salesforce, dio a conocer más sobre el compromiso de la empresa para un futuro sostenible en el marco de la novena edición del nexos+1 Foro Latam 2024, una conferencia se enfoca en la acción climática empresarial sobre innovación y transformación sostenible. Allí, Christophersen explicó cómo las compañías pueden apostar por una naturaleza positiva para reducir su impacto medioambiental.
Salesforce es la líder global en CRM con IA, y reconoce que la crisis climática está alineada con la crisis de la biodiversidad, por eso da prioridad a las inversiones filantrópicas que generan beneficios colaterales para el clima y la naturaleza. Así, estableció en su fundación -hace 25 años- que donaría el 1% de su capital, el 1% del tiempo de su personal y el 1% de sus productos a distintas causas. A través de dicha iniciativa es como en la actualidad lleva destinados 700 millones de dólares en donaciones filantrópicas. De este modo, cada año, cada empleado de Salesforce dispone de una semana para dedicar tiempo para voluntariado remunerado a una causa benéfica de su elección. Esto permite destinar dinero y tiempo a ONGs y organizaciones que buscan generar un impacto positivo en la sociedad.
¿Por qué “naturaleza positiva” y por qué ahora?
Todo lo que construimos como civilización global en los últimos 10 mil años se basa en un clima estable y en una biosfera que funciona, y hemos empezado a dar estas cosas por sentadas. Suponemos que siempre habrá peces en el océano y que el clima siempre nos permitirá hacer funcionar nuestros negocios.
Cabe recordar que no existe economía si no tenemos un ecosistema sano. Se calcula que requerimos 8.1 billones de dólares desde hoy hasta el 2050 para abordar la crisis interrelacionada del clima, la biodiversidad y la degradación del suelo. Pero, por cada dólar invertido en restauración, se generan 30 dólares en beneficio de la economía. Impulsar políticas de naturaleza positiva puede generar más de 10 billones en ganancias anuales para los negocios y generar más de 395 millones de trabajos, según cifras del Banco Mundial. Por ello, los gobiernos de todo el mundo están empezando a regular no sólo el clima, sino también la biodiversidad, que ya está incluso más desequilibrada.
Christophersen destacó que desde Salesforce la estrategia se centra en tres puntos. El primero es la reducción del impacto en la naturaleza a lo largo de toda su cadena de valor incluyendo centros de datos, oficinas, personal y productos para 2025. El segundo punto se enfoca en liderar la restauración de la naturaleza a gran escala, realizando inversiones y forjando asociaciones para protegerla y restaurarla a gran escala. En este punto, Salesforce se encuentra apoyando la conservación, restauración y crecimiento de 100 millones de árboles para 2030 a través de 1t.org. El último punto es acelerar el éxito de los clientes y el movimiento naturaleza positiva a través de soluciones como Net Zero Cloud para ayudar a sus clientes a acelerar sus viajes hacia la sostenibilidad.
En este sentido, durante nexos+1 Foro Latam 2024, Pía Zevallos, Gerente General de Libélula, resaltó que valorizar la naturaleza en términos económicos está ayudando al sector privado a comprender el verdadero valor de los servicios ecosistémicos, lo que facilita la toma de decisiones para detener y revertir la pérdida de biodiversidad y ecosistemas naturales.
En América Latina los temas más importantes para ser más sostenibles son el uso de la tierra, el agua y el mar. Esto es especialmente relevante debido a la deforestación para la agricultura y la sobrepesca. Por ejemplo, cerca del 66% de las zonas marinas ya están degradadas, y más de un tercio de todas las poblaciones de peces marinos están fuera de los límites biológicos de seguridad. La pérdida de naturaleza se acelera por el cambio climático, y también influyen la explotación de recursos, la contaminación y las especies invasoras.
Así, la naturaleza está sometida a una fuerte presión, y eso empieza a repercutir en los resultados de las empresas. Por ejemplo, las que dependen directamente de la naturaleza, como las agrícolas, las alimentarias, las del sector de la hostelería y el turismo, se ven en riesgo por estos cambios climáticos. Christophersen destacó que no solo esas compañías se ven afectadas sino también las cadenas de valor. “Es allí donde las empresas deben reducir sus efectos en la naturaleza, analizar el impacto directo y las dependencias que se tienen”, recalcó. Además, señaló que los Centros de Datos utilizan agua para sus sistemas de refrigeración, por lo que se deben buscar alternativas para reducir el consumo.
En este contexto, Lima y otras ciudades de América Latina dependen del agua proveniente de los Andes y los glaciares están desapareciendo debido al cambio climático, lo que significa que los ecosistemas altoandinos, y en particular los bosques, necesitan captar y luego almacenar y liberar lentamente el agua filtrada río abajo. Movimientos sociales como Acción Andina (que empezó en Perú, es sponsoreado por Salesforce en alianza con Ecopreneurs y recibió el reconocimiento Earth Shot Prize) buscan salvar los bosques altoandinos que son tan importantes para el agua y el medioambiente. Según datos de Acción Andina, sólo queda un 10% de todas las zonas de bosque altoandino, por lo que hay una enorme necesidad de restaurarlo.
Por ello Salesforce invita a las empresas a desarrollar e implementar la estrategia de “naturaleza positiva” e integrar a su plan de acción climática. Tenemos la oportunidad de generar un futuro verde y equilibrado.
