La transición energética nos ofrece oportunidades para desarrollar nuevos negocios y empleos. Impulsar esta transición nos permite construir una mayor resiliencia e independencia en nuestras matrices energéticas.
Según la Agencia Internacional de Energía, el sector energético representa aproximadamente 75% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. La transición energética es el proceso de descarbonizar nuestras fuentes de energía a favor de las energías renovables y es clave para enfrentar la crisis climática.
En ese contexto, Juan Antonio Rozas, gerente general de Statkraft, moderó el panel “Luz Verde para la Transición Energética” en nexos+1: Foro Latam 2023, en el cual participaron representantes del operador portuario DP World y de la Compañía Minera Condestable. Se habló de la importancia que las empresas prioricen la transición energética a las energías renovables, para que de esa forma se asegure su resiliencia en el futuro.
“Estamos en un contexto en el que la débil seguridad energética, el acceso a energía asequible y la crisis climática indican que ahora debemos acelerar la transición energética global en donde la energía renovable, la electrificación y la eficiencia energética son los pilares claves», explicó Rozas.
Statkraft reporta anualmente un análisis del estado de la transición energética en el mundo de hoy hasta el 2050. En su último reporte, proyectan que la demanda mundial de energía se duplicará con creces hasta el 2050 y la energía solar y eólica suministrará alrededor de dos tercios. Si bien existe un aumento temporal de los precios de los metales que ha afectado los costos de la energía solar y eólica recientemente, estas tecnologías siguen siendo competitivas en comparación con las basadas en combustibles fósiles, cuyos precios han aumentado a un ritmo mayor. Además, se estima que las energías renovables proporcionarán aproximadamente el 80% del sistema eléctrico mundial en 2050, siendo la energía solar la ganadora en esta transición.
Sany Rodríguez, directora de Seguridad y Medio Ambiente de DP World comentó que las operaciones de la empresa están basadas en el uso de energía para mover las grúas y los contenedores. Aunque la empresa a nivel global tiene la meta de ser carbono neutral al 2040 y net zero al 2050, en el puerto de Perú se han adelantado a alcanzar la carbono neutralidad al 2030 a través de un proceso de descarbonización agresiva de sus operaciones.
“Tenemos que estar por debajo de los dos grados. Muchos dicen por debajo de grado y medio y la única manera es con un compromiso tangible y con unas metas súper claras de mes a mes y año a año, para poder llegar a esta carbono neutralidad”, enfatizó Rodríguez.
Para DP World, la descarbonización ya no es sólo eficiencia del consumo de recursos, sino un cambio rotundo de tecnología. Con respecto a las iniciativas que están priorizando han cambiado todos sus equipos de diésel a electricidad, que representaron 70% de sus emisiones en su medición de línea base. Para abordar el otro 30% de sus emisiones provenientes de su consumo de electricidad, este año han comenzado a comprar energía renovable con certificados.
Cecilia Rabitsch, vicepresidente de asuntos ambientales y sostenibilidad de la Compañía Minera Condestable, reconoció la importancia de la convicción de la alta gerencia en abordar la transición energética estratégicamente como un proceso y una inversión a largo plazo.
“La visión que nos llevó a esto fue que la transición energética a nivel global a la energía renovable se soporta en la minería, específicamente en la minería de cobre, de litio, de níquel. Si esa minería no es una minería sostenible el remedio es peor que la enfermedad”, compartió Rabitsch.
Parecido al ejemplo de DP World, Condestable inició el proceso midiendo sus emisiones para plantear y gestionar objetivos para su reducción. En su caso, la carga más fuerte en emisiones era el procesado de minerales y para eso optaron ir con un contrato de energía renovable. Como segunda acción, se apuntan a la electromovilidad minera con la exitosa implementación de un piloto de camión electrificado de acarreo de 35 toneladas que opera en el interior de una mina. A pesar de los temores iniciales sobre la potencia y el rendimiento en un entorno minero, el camión ha demostrado ser eficiente y ha estado funcionando sin problemas durante varios meses. Como resultado, han comenzado a cambiar toda la flota de vehículos y han instalado cargadores tanto para camiones como para camionetas. Y por último, están viendo procesos de eficiencia energética en la operación minera.
Al priorizar la reducción de emisiones, han logrado otros beneficios como mejorar la calidad del aire en la mina y proporcionar un mejor ambiente de trabajo. Su meta es avanzar hacia una operación minera sostenible y tener todas las unidades de vehículos eléctricos cargados con energía proveniente de la red renovable en los próximos años.
Los ejemplos de DP World y de Compañía Minera Condestable trazan 3 caminos de acción para descarbonizar. El primero tiene que ver con mejorar la eficiencia energética. El segundo que tiene que ver con contratos de energía renovable, que son muy potentes porque también son indicadores de demanda de mercado por las energías renovables. El tercero es el cambio tecnológico de combustible a eléctrico.
Respecto a este cambio tecnológico, Rabitsch finalizó que “La inversión de capital en el momento inicial es alta. Después es evidente cuando tú haces los modelos financieros que aunque sea en un plazo mayor, el retorno vale la pena y vale la pena no solo económicamente, sino porque es una mejor calidad de vida para todos”.
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