McKinsey cree que los primeros en adoptar las tecnologías de Captura, Almacenamiento y Uso de Carbono (CCUS por sus siglas en inglés) comerciales a escala serán las empresas de los sectores industriales pesados, que tendrán que utilizarlas en sus propias instalaciones para cumplir los requisitos nacionales de transición a cero.
Esta es la conclusión principal del informe publicado por McKinsey que evalúa la actual
capacidad mundial de CCUS, que en la actualidad cubre menos de la mitad de las
emisiones mundiales anuales.