Por: Sarah Franciscolo – Gerente de nexos+1
Hace una semana finalizó la Cumbre del Clima en Dubái (COP28). Durante dos semanas y dos días extras de negociación, representantes de más de 195 países aprobaron el texto final que muchos consideran el más importante desde el Acuerdo de París. Muchas de las metas acordadas deben cumplirse en el 2030, con lo cual se busca una transformación sin precedente en solamente seis años.
Desde nexos+1, presentamos un resumen de los temas más urgentes a los cuales las empresas en Latinoamérica deben prestar atención y analizar las implicancias para sus negocios.
- Es el principio del fin de la era de los combustibles fósiles. Por primera vez en la historia de las negociaciones de las COP, se incluyó en el documento final un texto que especifica que debemos dejar atrás los combustibles fósiles y acelerar la transición a fuentes de energía renovables. Se busca triplicar las energías renovables y duplicar la eficiencia energética al 2030, así como eliminar los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles lo antes posible. El mensaje a los mercados financieros es clarísimo: invertir en combustibles fósiles es altamente riesgoso. Invertir en tecnologías relacionadas a energías renovables es más oportuno.
- El carbón y el metano son enemigos número uno y dos a corto plazo. Se pide acelerar la eliminación progresiva de la energía del carbón no mitigada y reducir sustancialmente las emisiones provenientes del metano al 2030. Gracias a la tecnología satelital, ya se pueden identificar las fugas de metano y llamar la atención a los gobiernos sobre dónde se está emitiendo. También es notable que seis de las empresas de lácteos más grandes del mundo anunciaron en la COP compromisos para medir su emisiones de metano. La ganadería es una de las fuentes principales de emisiones de este gas, junto con las operaciones de petróleo y de residuos (rellenos sanitarios y aguas residuales).
- Se ha reafirmado la relación entre la crisis climática y la pérdida de la biodiversidad y de los ecosistemas naturales. Las principales entidades financieras del mundo ya lo están reflejando en sus objetivos. La Alianza Financiera de Glasgow para Net Zero (GFANZ) integrará la naturaleza en sus planes para lograr el net zero. El banco de desarrollo de América Latina, CAF, destinará US$25 mil millones en los próximos cinco años a acciones enfocadas en soluciones basadas en la naturaleza. Adicionalmente, la próxima COP de biodiversidad se llevará a cabo en nuestra región, en Colombia, en octubre del 2024, y la COP30 se desarrollará en Brasil en 2025. Habrá mucha atención de la comunidad global sobre la gestión de la deforestación de la Amazonía y la protección de su biodiversidad en los próximos dos años.
- Hay un gran enfoque en transformar los sistemas alimentarios e hídricos. Estos temas son de gran urgencia por sus vulnerabilidades ante el cambio climático y sus impactos en la supervivencia humana. Además, un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero provienen de los sistemas alimentarios. Aumentar la resiliencia y adoptar metodologías regenerativas serán aspectos claves en esta transformación.
- El flujo de financiamiento hacia nuestra región va a aumentar significativamente. Se busca la transformación del sistema financiero para acelerar el flujo de fondos de los países desarrollados hacia los países en desarrollo. Se crearán nuevos mecanismos de finanzas climáticas y alianzas público-privadas que las empresas pueden aprovechar para transformar sus operaciones y orientarse hacia nuevas oportunidades en un contexto climático.
Las empresas latinoamericanas deben incorporar el análisis de estos temas en su proceso de gestión de riesgos a los más altos niveles estratégicos. Conocer los impactos de estos temas climáticos en sus negocios y prepararse ante esta gran transformación sistémica es fundamental para la resiliencia de las empresas y su éxito al 2030 y más allá.