Nuestro país enfrenta retos ambientales importantes, como una mayor vulnerabilidad antes desastres naturales (como inundaciones y sequías), estrés hídrico, contaminación urbana, pérdida de biodiversidad, entre otros. Todos estos impactan con mayor fuerza a aquellos peruanos con menos recursos y, por ende, con menor capacidad para recuperarse. Por ello, para hablar de un desarrollo sostenible e inclusivo en el Perú, es importante poner atención en aspectos ambientales.
Como parte de su estrategia de sostenibilidad, el BCP ha apostado por el impulso de las finanzas sostenibles como herramienta para acompañar los planes que potencien el impacto socioambiental de sus clientes.
En lo que va de 2024 la entidad bancaria ha colocado casi US$1,000 millones en financiamiento verde para inversiones que impulsen mejores prácticas ambientales, manteniendo como premisa el concepto de transición justa —que apunta a buscar el cumplimiento de objetivos, como los del Acuerdo de París, sin impactar negativamente a las poblaciones más vulnerables—. En el caso del BCP, la categoría “verde” se otorga cuando dichas inversiones calzan con los criterios de elegibilidad establecidos en la Taxonomía Ambiental BCP, los mismos que se alinean a los principales estándares a nivel internacional. A la fecha, los principales sectores que han accedido a este tipo de créditos han sido agricultura, pesca, energía e inmobiliario. Asimismo, se observa mayor demanda de este tipo de créditos e interés por parte de otros sectores en un entorno en el que la sostenibilidad empresarial se va desarrollando de manera más acelerada.
Fiorella Rosell, gerente ESG de Banca Mayorista del BCP, explica que es clave el acompañamiento de la banca a este tipo de iniciativas, no sólo desde el rol financiero sino también en la extensión de capacidades técnicas. Sobre esa base, BCP ha financiado proyectos de energía renovable no convencional, administración sostenible del agua y circularidad, pero también ha ofrecido espacios de capacitación a sus clientes, como el evento Impacto Sostenible 2024 realizado en junio de este año. “Creemos que el acompañamiento, tanto financiero como técnico, de estas iniciativas es esencial no solo para el planeta, sino también para el desarrollo socioeconómico del país”, indicó Rosell.
La ejecutiva también detalló que, entre los beneficios que generan las inversiones sostenibles para las empresas, está la posibilidad de potenciar la competitividad de los negocios, reducir costos en el corto, mediano y largo plazo, gestionar riesgos financieros y no financieros de la organización, y fomentar un mejor relacionamiento de las empresas y sus stakeholders, principalmente. “En el BCP nos enorgullece ser aliados estratégicos para el desarrollo de negocios ambientalmente responsables que contribuyan a la construcción de un futuro más sostenible”, agregó.
Más allá de los créditos verdes.
Si bien los créditos verdes que impulsa el BCP se encuentran entre los instrumentos de financiamiento sostenible más tradicionales, el banco trabaja activamente en el desarrollo de otros instrumentos de financiamiento que permitan acompañar a sus clientes en la implementación de sus planes de transición hacia mejores prácticas socioambientales.
En ese camino, el BCP también otorgó recientemente su primer Préstamo Vinculado a la Sostenibilidad (Sustainability-linked loan, SLL) a Buenaventura, por un monto de US$100 millones. Este financiamiento, que se dio bajo el formato de línea comprometida de crédito revolvente (RCF, por sus siglas en inglés), está diseñado para incentivar el cumplimiento de objetivos ambientales y sociales que mantiene la empresa minera como parte de su estrategia de sostenibilidad. En este tipo de productos, las condiciones financieras están vinculadas al cumplimiento de metas de desempeño en aspectos ambientales y sociales.
Del mismo modo, ha participado de préstamos sociales orientados a la construcción de infraestructura básica (carreteras) que permitan una mejor conectividad y acceso para la población.
La meta del BCP es constituirse como un aliado estratégico de sus clientes para enfrentar los nuevos desafíos empresariales que van más allá de la generación de rentabilidad, y de esta forma contribuir con el desarrollo sostenible e inclusivo de Perú. El desarrollo del portafolio de financiamiento sostenible va en esa dirección.