La minería está en un punto de inflexión. Mientras el mundo exige descarbonización, este sector enfrenta el reto de reducir su impacto y, al mismo tiempo, sostener su rol clave en la transición energética. ¿Cómo lograrlo? Midiendo la Huella de Carbono de Producto, una herramienta que permite entender, reducir y reportar emisiones en cada etapa del ciclo de vida de un mineral.
En este artículo, te mostramos 3 beneficios estratégicos de medir la Huella de Carbono de Producto en minería. El último —frecuentemente subestimado— puede redefinir el posicionamiento de tu empresa.
1. Más eficiencia operativa
Medir la Huella de Carbono de Producto permite tener una visión granular de las emisiones en cada etapa del ciclo de vida de un mineral. Esta precisión es vital para detectar procesos ineficientes y reducir consumos críticos. Al identificar dónde se generan las mayores emisiones, tu empresa puede implementar mejoras específicas, logrando una optimización operativa sin precedentes.
2. Reduce costos
La eficiencia generada por el conocimiento de la Huella de Carbono de Producto se traduce directamente en beneficios económicos. Esta herramienta te ayuda a identificar oportunidades de ahorro energético y de insumos, impactando positivamente tu rentabilidad. Por ejemplo, la incorporación de energías renovables puede reducir los costos de electricidad entre un 30% y un 50%.
3. Mejora tu posicionamiento
¿Está tu empresa lista para competir en un mercado en crecimiento?
Los mercados internacionales avanzan hacia regulaciones ambientales más estrictas, que exigen trazabilidad detallada del impacto de los productos. Contar con información de la Huella de Carbono de Producto es una ventaja competitiva decisiva porque permite cumplir con exigencias ambientales de, por ejemplo, la Unión Europea, y posicionarse como proveedor sostenible en cadenas de suministro globales.
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